Imperio Romano
Según la tradición romana, la ciudad de Roma fue fundada en el año 753 a.C. por los gemelos Rómulo y Remo a las orillas del Tíber, esta pequeña ciudad floreció y se desarrolló hasta llegar a ser considerada durante la época previa a la República, superior a sus vecinos, haciéndose cada vez más fuerte a medida que se apoderaba de mas territorios. Ya en la República, alrededor del año 270 a.C. Roma dominaba toda la península Itálica y seguía su expansión. Este imperio que a partir del s. I a.C. sería gobernado por emperadores, creció y absorbió ciudades y territorios que hoy en día comprenden mas de 40 países con 5.000 Km., de un extremo a otro.
Bajo la República de Roma, la autoridad para acuñar moneda perteneció al Senado. El poder ejecutivo estaba en manos de dos magistrados supremos, los cónsules, cuya obligación era cuidar del bienestar del estado.
La acuñación de moneda se delegaba a tres funcionarios de menor categoría, los triunviros. Estos tres monederos eran nombrados anualmente y tenían la obligación de vigilar a los esclavos que acuñaban las monedas.
Los primeros denarios no indican en forma alguna el nombre del monedero que mandó acuñarlos. Los coleccionistas llaman a estos ejemplares monedas consulares, porque se cree que fueron acuñadas por orden de los mismos cónsules.
El nombre del triunviro
A partir del año 150 a. C., aproximadamente, el nombre o las iniciales del triunviro monedero empiezan a aparecer en las monedas. El nombre aparece, en parte para establecer la responsabilidad en caso de falta de peso, de aleaciones bajas o de monedas fraudulentas por cualquier causa, pero también como señal de estima hacia la familia del jefe de la ceca.
A pesar de estos nombres, las monedas y su metal eran propiedad del estado, y estas acuñaciones no son particulares bajo ningún concepto. Según fue pasando el tiempo, los encargados de la acuñación se aprovecharon de su puesto para enaltecese, eligiendo diseños que recordaran a los romanos y sucesos en los que participó la familia patricia del triunviro y también los servicios que éste había prestado a la República.
Casi 200 familias aparecen representadas en las monedas acuñadas entre los años 150 y 27 a. C. El diseño habitual era la cabeza de un dios o de una diosa en el anverso y la representación de algo real o legendario, relativo a la historia de la familia, en el reverso.
Contra las falsificaciones
Después del año 100 a. C., algunos de los temas ilustrados aluden a sucesos de importancia contemporánea. Las monedas familiares permiten establecer fácilmente el año de su acuñación, pues existen datos que dan los años en que cada triunviro desempeñó el cargo.
Con su nombre en las monedas y la reputación familiar en juego, algunos triunviros llegaron al extremo de poner en circulación monedas de borde dentado o serrado para que se advirtiera con sólo mirarlas que no estaban plateadas, sino que eran de ley.
Estas mellas se hacían a mano, operación larga si se tiene en cuenta que cada moneda tenía alrededor de 24 muescas. El borde serrado también desanimaba a los falsificadores y es el antecedente del borde fresado tan habitual en las actuales monedas.